Madre India (Bhārat Mātā), país de las maravillas y las contradicciones

Hola a todos,

Esta semana, en el marco de “Baúl de los recuerdos”, quisiera compartir con vosotros unos sentimientos, impresiones y pensamientos a propósito de mi viaje a la India en 2012. No sería exageración en absoluto si diría que esta experiencia fue unas de las más definitivas de mi vida. Nunca he tenido tantos sentimientos contradictorios al mismo tiempo y antes nunca había tenido una experiencia que – de un golpe – tanto te pueda agotar y deslumbrar también.

[Nota: Todas las fotos son las mías]

 Un callejón cerca de Chandni Chowk, parte típica de Delhi Viejo

Después de un encuentro bastante anticipado con Vanya y Ksenia (mis mejores amigos nuevos de nuestro grupo en la India) en el aeropuerto Sheremetyevo de Moscú, llegamos a Delhi por la madrugada, el 17 de agosto de 2012. Las primeras impresiones sobre el aeropuerto son – para todos los turistas que lleguen allí – sobresalientes. El complexo es enorme, con tanta limpieza que se encontraría en Europa, pequeñas tiendas y todo. O tal vez estábamos muy cansados después de un vuelo de 6 horas. Lo que nos quedó claro que por fin llegamos al País de las Contradicciones. Y eso tampoco es exageración.

Joyas para comprar, Delhi Haat (mercado más grande de la ciudad)

Delhi, con su populación de 17-18 millones y con un territorio tres veces más que Budapest, verdaderamente saca y demuestra para el mundo tales características de ti que nunca tenías la menor idea que existían. En la película “The Best Exotic Marigold Hotel”, apareció esta oración que existir en la India es como el mar tormentoso. Si coceas para quedarse sobre el agua, te vas a sofocar sin duda y tu único pensamiento será ir a casa lo antes posible. Pero si te chapuzas y tratas respirar en el agua, todo irá bien. Por otra parte, admito que el primer día yo también tuve tales pensamientos que quisiera ir todo recto a casa aunque cesó en uno o dos días. 

Coche moderno, basura y un sitio para venerar - vista muy típica en la India

El transporte público para mí fue extraordinario. Verdaderamente extra-ordinario. En las calles todo tipo de vehículo se puede encontrar: coches, autobuses increíblemente abarrotados, motocicletas, auto-rikshas, rikshas con pedales, gente a pie y sí, algunas veces vacas también. Aunque ya no es tan extendido que antes. A partir de estas cosas, el metro de Delhi ya es muy extendido y usarlo es bastante simple para todos. Y comparándolo con Europa, muy barato también.

¿Cómo es el calor y el monzón? El monzón normalmente llega a la región Doáb (la llanura entre los ríos Ganges (Gangā) y Yamuná) en los últimos días de junio y es considerado desde hace miles de años como una delicia. El poeta famoso del sánscrito del siglo V, Kālidāsa, en su obra La ronda de las estaciones (Ritusamhāra), dedicó un capítulo entero para describir la llegada del monzón. Desde estos últimos días de junio, el calor baja (de los 40-50 grados hasta 32-38 grados) pero en trueque la húmedad aumenta muchísimo. Por la cantidad elevada de la lluvia todo se convierte en verde, a la gente le gusta mucho esta estación del año. 

Hagamos ahora una adición bastante simple: calor + húmedad + gentío y ruído constante. ¿Qué recibiremos? Unas circunstancias que son difíciles de tolerar, claro.

Pero ahora, después de hablar mal del país, cabe mencionar el lado brillante. Ver el Tāj Mahal con tus propios ojos vale todos los tesoros del mundo. Admirando sus proporciones y evocar el mito del emperador mogolo, Shāh Jehān y su amado mujer, Mumtāz. Ver la Fortaleza Roja gigante de Delhi. Dar un paseo en los callejones de Delhi Viejo. Sentir algo muy especial y espiritual viendo los ritos vespertinos en Haridvār, en las orillas del Ganges. Cruzando la puente emblemática en Rishikēsh, complacerse en la vista de los promontorios de Himalaya. 

 La orilla del Ganges en Haridvar

La puente sobre el Ganges en Rishikesh

El jardín del Taj en Agra

Esta foto no necesita explicación :-)

Raj Ghat, el sitio donde Gandhi fue cremado en 1948

Coexistencia de culturas: cultura mogola, colonial británico y gente moderna en la Fortaleza Roja de Delhi

Y no he mencionado nada sobre la India del Sur. Es imposible revelar todos los aspectos y caras de este país, pero una cosa es fija: cada persona tiene su propia India que espera para que la descubra. 

Por último permitadme a compartir con vosotros un video que tal vez sea capaz de mostrar un poco del ambiente de la India.

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