viernes, 4 de abril de 2014

Una imagen vale más que mil palabras


Hola a todos,


Esta semana me toca a mí compartir con vosotros mis pensamientos sobre un valor eterno, la libertad. Definir lo que es la libertad sería una tarea imposible. La Real Academia Española circunscribe este concepto como la ”facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es respondable de sus actos”. Pero sentimos que hay mucho más detrás de esta palabra: independencia, confianza, sinceridad, atrevimiento, albedrío, privilegio… Por esta razón al referirse a la libertad es válido el refrán: una imagen vale más que mil palabras.






Sobre la libertad tenemos más bien una intuición. A modo singular, la libertad solo puede comprenderse a partir de aquello que no es. Reconocemos de verdad el valor de este ideal cuando no lo tenemos, cuando algún poder exterior viola nuestra libertad de expresión, de opinión o de decisión. Estas son consideradas derechos fundamentales, la libertad de la expresión incluso fue incorporada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. Sin embargo, como todos sabemos, no siempre se cumple…




A pesar de que muchos afirman que no existe libertad, solamente la búsqueda de la libertad, según Carlos Fuentes es esa búsqueda la que nos hace libres. La libertad viene de dentro hacia fuera, no de fuera hacia dentro, ya que sin propósito es superfluo luchar, sin opiniones no hay qué expresar y sin saber quién soy, de dónde vengo y adónde voy no hay oportunidad de ser libre. El destino de tu libertad está en el límite de tus pensamientos. Como declara Franz Grillparzer, ”Las cadenas de esclavitud solamente atan las manos: es la mente la que hace al hombre libre o esclavo”.





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