¡Hola
a todos! Os quiero contar la historia de una vacación invernal en
Austria.
A los 9 años
aprendí a esquiar junto con mi familia. Desde entonces este
pasatiempo se convirtió a uno de nuestros preferidos y cada año
íbamos a practicarlo. Luego, con el paso del tiempo, mi hermano y yo
estabamos mirando celoso a los que iban con snowboard. Nuestros
padres ya no soportaban nuestra suplicación de poder probarlo y nos
alquilaban unos
para dos días.
Las
primeras horas fueron inolvidables, sin alguna ayuda éramos como los
mejores. Pero como suele pasar, siempre queríamos más y más.
Cuando fuimos a una pista negra pasó lo inevitable, nos caímos y yo
me volqué de la montaña.
En el resto de la vacación ya no era tan valiente y desde entonces
esquiar había vuelto a ser mi deporte favorito frente a snowboard.
Zsófia Schaffer
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